El flamenco está lleno de estrellas que han dejado huella en la historia. En este recorrido, unimos pasión y fecha de nacimiento

ENERO

Manolo Caracol (7 de enero, 1909)
Nacido en Sevilla, Manolo Caracol llevó el cante a un nuevo plano de emoción. Con una voz rajada, casi doliente, dominó los escenarios y también el cine flamenco. No temió acercar el flamenco al público masivo, especialmente junto a Lola Flores. Su interpretación de seguiriyas y soleás sigue estremeciendo generaciones. Caracol vivió con intensidad y cantó con el alma abierta, marcando una era.

Vicente Amigo (25 de enero, 1967)
Desde Córdoba, Vicente Amigo deslumbra con una guitarra luminosa, refinada, casi hipnótica. Alumno de Manolo Sanlúcar, brilló pronto por cuenta propia. Fusionó el flamenco con otras músicas sin perder esencia, y sus composiciones narran emociones con delicadeza. Ha colaborado con artistas como Sting, Alejandro Sanz y John McLaughlin. Cada nota que toca parece pensada, sentida y perfectamente colocada.

FEBRERO

Tomatito (20 de febrero, 1958)
José Fernández Torres, Tomatito, creció en Almería rodeado de arte. Fue el guitarrista de Camarón de la Isla en su etapa más creativa y moderna. Su toque, lleno de lirismo y poder, combina tradición gitana y sensibilidad contemporánea. Tras la muerte de Camarón, Tomatito brilló en solitario y ganó múltiples premios. Hoy, es un pilar del toque flamenco moderno y ejemplo de elegancia escénica.

La Macanita (13 de febrero, 1969)
Tomasa Guerrero Carrasco, «La Macanita», representa el alma de Jerez. Canta con compás natural, temple sereno y una voz que recoge el eco de las tabernas, los patios y las noches largas. Desde joven, cautivó a grandes como Manuel Morao. Se mueve con maestría por bulerías, tientos y villancicos. La Macanita canta con el corazón abierto y el peso de la herencia en cada verso.

MARZO

Paco Peña (1 de marzo, 1942)
Paco Peña no solo toca la guitarra: la enseña, la dignifica, la lleva por el mundo. Cordobés universal, fue el primer guitarrista flamenco que impartió clases en una universidad (la de Rotterdam). Funda su propia compañía y muestra la riqueza del flamenco en teatros de todo el mundo. Su toque es claro, ortodoxo, con un profundo respeto por la forma y la tradición.

Farruquito (15 de marzo, 1982)
Juan Manuel Fernández Montoya, “Farruquito”, pertenece a una dinastía legendaria: nieto del gran Farruco. Debutó de niño en Broadway junto a su abuelo y desde entonces pisa con fuerza todos los escenarios. Su baile rebosa raza, pureza y orgullo flamenco. Funde el ritmo con la tierra y cada pisada suya cuenta una historia. Farruquito no solo baila: manda.

ABRIL

Enrique Morente (25 de abril, 1942)
Granadino de voz y pensamiento profundos, Enrique Morente desafió los límites del flamenco. Dominó los palos tradicionales con maestría, pero también se atrevió a fusionar con rock, poesía, música clásica y vanguardias. Colaboró con Lagartija Nick, Leonard Cohen y los versos de Miguel Hernández. Su obra más influyente, Omega, sigue siendo un faro creativo. Morente cantó desde las raíces, pero con alas.

Eva Yerbabuena (27 de abril, 1970)
Bailarina granadina de poder escénico arrollador, Eva Yerbabuena transmite emoción con cada gesto. Formada con los mejores, ha creado un lenguaje corporal que combina lo ancestral con lo contemporáneo. Su cuerpo narra tragedia, belleza y fortaleza. Como coreógrafa, ha llevado el flamenco a una dimensión teatral sin perder autenticidad. Su baile deja huella.

MAYO

Antonio Gades (14 de mayo, 1936)
Figura esencial en la historia del flamenco escénico, Gades coreografió obras que marcaron un antes y un después: Bodas de Sangre, Carmen, Fuenteovejuna. Fue bailarín, coreógrafo y alma inquieta. Buscó la verdad del pueblo en el arte y la elevó a los escenarios internacionales. Su estilo austero y sobrio sigue influyendo en generaciones.

Niña Pastori (15 de mayo, 1978)
María Rosa García, conocida como Niña Pastori, revolucionó el flamenco pop con solo 17 años. Desde San Fernando y apadrinada por Camarón, logró un sonido fresco que conectó con una nueva generación. Ha sabido evolucionar con madurez sin perder su esencia. Su voz dulce y reconocible encierra una profundidad que va más allá de la melodía.

JUNIO

Camarón de la Isla (5 de junio, 1950)
José Monje Cruz, el mítico Camarón, cambió para siempre el flamenco. Su voz rota, limpia y dolorosa conectó con el alma de un pueblo entero. Desde niño asombró en las peñas, pero fue su alianza con Paco de Lucía lo que inició una revolución artística. La Leyenda del Tiempo rompió moldes y abrió nuevos caminos, sin renunciar al cante jondo. Su presencia todavía se siente viva, casi sagrada.

María Pagés (28 de junio, 1963)
Bailarina sevillana de elegancia majestuosa, María Pagés ha llevado el flamenco al teatro contemporáneo con sensibilidad y poder visual. En su baile, la feminidad, la emoción y la arquitectura corporal se funden en un lenguaje universal. Colaboró con Antonio Gades y ha desarrollado una carrera internacional impecable. Su cuerpo escribe poesía sobre el escenario.

JULIO

José Mercé (19 de julio, 1955)
Desde el barrio de Santiago, en Jerez, José Mercé ha sabido unir tradición y renovación con una voz inconfundible. Nieto de Paco la Luz y cantaor de misa flamenca en su infancia, ha trabajado con guitarristas como Tomatito y Vicente Amigo. Mercé canta con alegría, con dolor, con verdad. Su carisma lo convierte en un puente entre generaciones.

Pastora Imperio (13 de julio, 1887)
Auténtica pionera, Pastora Imperio transformó el baile flamenco femenino en el siglo XX. Su elegancia y fuerza marcaron una estética que perdura. Fue musa de pintores, poetas y músicos, y llevó el flamenco a los teatros de la alta sociedad sin perder su raíz popular. Su mantón, su braceo y su presencia siguen siendo icónicos.

AGOSTO

Rocío Molina (19 de agosto, 1984)
Genial y arriesgada, Rocío Molina ha llevado el flamenco contemporáneo a límites insospechados. Su baile combina técnica perfecta, teatralidad, humor, feminismo y verdad escénica. Ha ganado el León de Plata en Venecia y ha puesto el cuerpo en obras donde el flamenco se deconstruye para renacer. Rocío no interpreta: se transforma.

Sabicas (16 de agosto, 1912)
Agustín Castellón Campos, conocido como Sabicas, fue pionero en llevar la guitarra flamenca a los escenarios internacionales. Desde Navarra y con alma gitana, tocó en Nueva York y deslumbró al mundo entero con su virtuosismo. Sus grabaciones sentaron las bases del toque moderno. Cada picado suyo es una lección de precisión y emoción.

SEPTIEMBRE

El Lebrijano (8 de septiembre, 1941)
Juan Peña “El Lebrijano” combinó el cante clásico con innovaciones arriesgadas, como la fusión con la música andalusí. Su voz profunda y llena de sabiduría elevó el flamenco a la categoría de arte total. Trabajó con escritores como Juan Goytisolo, y su disco Encuentros marcó un hito en la apertura del género. El Lebrijano cantó con alma, historia y corazón.

Belén Maya (26 de septiembre, 1966)
Hija de Mario Maya, Belén Maya es una de las grandes figuras del baile flamenco contemporáneo. Su estilo mezcla limpieza técnica, introspección y expresividad moderna. Fue imagen del nuevo flamenco en los años 90 y sigue renovando el lenguaje del movimiento con cada propuesta. Bailar, para ella, es decir algo profundo sin palabras.

OCTUBRE

Pepe Habichuela (12 de octubre, 1944)
Maestro del toque granadino, José Antonio Carmona “Pepe Habichuela” ha aportado alma y sabiduría a la guitarra flamenca. Integrante de la dinastía Habichuela, ha acompañado a los grandes y ha sabido abrir puertas a la fusión desde el respeto. Su toque es melódico, sentido y lleno de matices.

Remedios Amaya (1 de octubre, 1962)
La voz salvaje y dulce de Remedios Amaya ha marcado el flamenco de las últimas décadas. Desde sus primeras bulerías hasta su mítico disco Me voy contigo, ha demostrado que el flamenco también puede ser íntimo, explosivo y eléctrico. Su personalidad y su forma de frasear hacen de cada canción una confesión.

NOVIEMBRE

Paco de Lucía (21 de noviembre, 1947)
Francisco Sánchez Gómez, Paco de Lucía, es sin duda el guitarrista más influyente en la historia del flamenco. Revolucionó el toque con técnica, armonía, composición y una capacidad emocional infinita. Con Entre dos aguas, lo convirtió en fenómeno mundial. Con Camarón, cambió el rumbo del cante. Paco tocaba con la precisión de un reloj y la emoción de un poeta.

Sara Baras (25 de noviembre, 1971)
La gaditana Sara Baras domina el escenario como pocas. Su zapateado es firme, brillante, casi militar, pero nunca pierde el alma flamenca. Ha creado espectáculos que combinan estética, dramaturgia y pasión. Es una de las máximas representantes del baile flamenco escénico, y ha llevado su arte a todos los continentes.

DICIEMBRE

Chano Lobato (28 de diciembre, 1927)
Cantaor gaditano por excelencia, Chano Lobato cantó con gracia, compás y una chispa inigualable. Dominaba los cantes festivos como nadie, pero también sabía estremecer en los más profundos. Su voz redonda y su sentido del humor hicieron de él un personaje entrañable e imprescindible en cualquier reunión flamenca.

La Argentina (3 de diciembre, 1890)
Antonia Mercé “La Argentina” no fue estrictamente flamenca, pero fue clave en la evolución de la danza española. Fusionó escuela bolera, flamenco y danza clásica en escenarios internacionales. Su influencia llega hasta el ballet y el flamenco moderno. Fue una innovadora adelantada a su tiempo, reconocida por su elegancia y profundidad.

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